Hay días que son de emocionados recuerdos y en el que aflora la sensibilidad de nuestros sentimientos, a nuestra mente llega el recuerdo de tantos seres queridos a los que no podemos contemplar ya pero que seguimos sintiendo junto a nosotros; para el creyente no es un día de amarguras y tristezas, es un recuerdo emocionado como decíamos pero en el que vamos aspirando el perfume de sus vidas, queriendo recordar las huellas de sus pasos intentamos recoger lo mejor que nos dejaron, es el recuerdo de un amor que sigue permaneciendo ardiente en nuestro corazón, es la gratitud con que vamos a recordar sus palabras y enseñanzas, es la esperanza con la que elevamos nuestra oración pidiendo que en Dios hayan encontrado la plenitud de sus vidas, es el estímulo que nos sigue impulsando a plasmar en nuestras vidas todo lo mejor que de ellos recibimos; una conmemoración y recuerdo de los difuntos que nos impulsa a darle trascendencia a nuestra vida haciendo que la fe y la esperanza sea luz y fortaleza para nuestro camino. En este día de los difuntos con esa esperanza que pone brillo en nuestros ojos buenos días. © carher
Un nuevo amanecer, una nueva oportunidad de vivir con intensidad y con alegría, es la ilusión con la que comenzamos el camino de un nuevo día, un camino bordeado de bellas flores, un camino que queremos hacer con alegría; son muchos los motivos que encontramos para ese entusiasmo, apreciando lo que nosotros mismos somos y podemos, resaltando las cosas buenas que hacemos, superándonos en las dificultades que podamos encontrar, sintiendo el estímulo de los que caminan a nuestro lado, aprendiendo de las cosas buenas que vemos en los otros pues mucha gente buena nos rodea que son ejemplo de responsabilidad y de bien hacer, siendo siempre positivos y optimistas para ser capaz de emprender cosas nuevas, gozándonos en la alegría de los demás, disfrutando de la belleza de la naturaleza que nos rodea, valorando cuánto hacemos en ese campo de trabajo en el que nos vamos realizando, haciendo sonar en los oídos del corazón la música de la esperanza, desparramando nuestro amor en bellos gestos y detalles de generosidad y de cercanía con los que están a nuestro lado; muchas oportunidades que encontramos para hacer cantar el corazón rebosante de felicidad, vivamos entonces la vida con un sentido de alegría. Buenos días. © carher
La vida es un camino de superación, no te detengas, no te quedes simplemente contemplando el camino, empieza a recorrerlo, con la ilusión de lo nuevo, de lo que podemos descubrir, de lo que podemos aprender, no lo demos todo por sabido, no nos vale la pasividad y aquello de que eso yo ya me lo sé, hay un nuevo matiz y un nuevo detalle, hay algo nuevo que podemos aprender, hay una riqueza escondida que tenemos que descubrir, es la verdadera sabiduría que nos lleva a saborear la vida, a sentirnos felices por lo que vamos descubriendo, para encontrar la alegría que nos hace ir cantando por el camino, no significa que no haya dificultades y contratiempos, que no encontremos vientos en contra, que podamos tener momentos de cansancio y desánimo, pero levantémonos y sigamos el camino, en él vamos a encontrar también tantos amigos que ponen aliciente en nuestro esfuerzo, que sepamos agradecer y sepamos comprender, hagamos que nuestros pasos sean siempre enriquecedores de vida, contagiemos también la ilusión y la alegría a los que caminan a nuestro lado, estaremos haciendo un día muy bonito. Buenos días. © carher
Un día más, buenos días, con una sonrisa, como un buen deseo, con mucha esperanza, abriendo el corazón y haciendo un hueco para todos, dejándonos inundar por la luz del sol que comienza a brillar en el horizonte, disipando nubes y oscuridades para que brille siempre el optimismo, poniendo ilusión y alegría desde los primeros pasos, mirando de frente la vida sin miedos ni cobardías, no dejando que pase nadie a nuestro lado sin el regalo de nuestra sonrisa, con palabras agradables que nos lleven al encuentro y a la comunicación, con manos tendidas que sean constructoras de paz, con brazos que ofrecemos de apoyo para que nadie se sienta débil, acompasando nuestro paso de los que caminan a nuestro lado, no vamos a hacer ni una carrera de obstáculos ni la búsqueda de vencedores, sepamos caminar juntos, sepamos construir juntos poniendo cada uno su grano de arena, no queremos ser los mejores para ponernos por encima de nadie sino dar lo mejor de nosotros mismos para hacer nuestro mundo mejor, que tu felicidad sea hacer felices a los demás. Buenos días. © carher
Los caminos de la vida no son siempre fáciles, pero la felicidad no es mayor ni menor porque sea fácil o difícil el camino; claro que no queremos encontrarnos con dificultades ni contratiempos, pero sabemos bien cuál es la realidad y aunque nos parezca estrecho el camino la satisfacción por el esfuerzo y por los logros que vamos a alcanzando nos dan una alegría y felicidad que no cambiamos por nada; en la medida en que vamos siendo más nosotros mismos, desarrollando nuestras cualidades y posibilidades, dando pasos de superación para vencer los obstáculos que muchas veces encontramos en nosotros mismos, sabiendo aceptar la realidad de la vida y llenándonos de comprensión en la convivencia con los demás para aceptarnos como somos, iremos encontrando ese camino de plenitud que hace más bella nuestra vida; ello conlleva esfuerzo y también capacidad de sacrificio, porque eso es poner amor en los pasos que vamos dando cada día que no son solo palabras bonitas sino realidades hermosas de las que vamos disfrutando; así se hace hermoso el camino de la vida porque lo hacemos sintiéndonos en hermosa comunión de amistad con los que lo hacen a nuestro lado y gozándonos del amor de Dios que es nuestra vida y fortaleza. Buenos días. © carher
Mi deseo es que estas palabras de mi saludo sienta que van dirigidas a ti de una forma personal y como si a nadie más se las dijera, que sea una relación y comunicación de tú a tú, de corazón a corazón; con mi saludo ni quiero yo sentirme como quien habla como una máquina al numeroso grupo de amigos ni que tú sientas mis palabras como el sonido monocorde de un robot; cuando te digo que te deseo lo mejor estoy expresando el cariño que sale de mi corazón para desearte que tu vida esté llena de plenitud, de belleza, de felicidad; no son relaciones virtuales ni fruto de una máquina de inteligencia artificial sino que están urgidas por el calor intenso de la amistad que hace resurgir los mejores sentimientos y valores y sientas en tu corazón la descarga de humanidad de todo mi amor; es importante en la vida esas relaciones interpersonales que nos hacen más humanos, que no vayamos caminando como zombies encerrados en nosotros mismos sin ser capaces de dirigir nuestra mirada aquel con quien nos cruzamos en el camino, que vayamos cultivando esos encuentros personales para hacer crecer la amistad, que vayamos poniendo calor en la vida; es lo que intento hacer con mi saludo, es lo que quisiera hacer con cada persona con que me encuentro aunque muchas veces sea difícil por tantas barreras y abismo que encontramos, busquemos esa armonía de los corazones. Buenos días. © carher
Mi saludo quiere ser una bendición y es eso lo que realmente hacemos cuando saludamos a alguien, le decimos palabras que desean el bien, lo bueno, y eso realmente es bendecir, decir bien; recuerdo aquellos tiempos en que saludábamos a los padres y a los mayores pidiendo la bendición que era ese deseo de quien nos bendecía en nombre de Dios de que nada malo nos sucediera, que todo fuera para bien; son palabras que se convierten en sagradas, aunque en nuestra sociedad de hoy todo se esté desacralizando, y es que Dios esté siempre presente en nuestro camino, que con la fuerza de su Espíritu nos veamos libres de todo mal, que sintamos ese impulso que nos hace casi divinos cuando inundamos nuestra vida de amor desparramándolo a nuestro alrededor; abramos nuestro corazón, cual terreno bien labrado, para que se vaya sembrando en nosotros la semilla de la palabra de Dios, que el Espíritu ponga alas en nuestra vida para volar siempre recto hasta Dios sobreponiéndonos a tantas cosas que nos perturban y nos pudieran hacer perder la paz; ojalá mi presencia y mi palabra sea siempre una bendición para los demás. Buenos días. © carher
