dar los buenos días no se puede quedar en una rutina o una bonita costumbre

Dar los buenos días por la mañana no puede ser simplemente una rutina o una bonita costumbre, ha de ser algo que salga del corazón porque igual que deseamos para nosotros mismos lo mejor así lo queremos para los demás, el camino de la vida no lo hacemos en solitario sino que es una tarea que cuando hacemos unidos a los demás es más ilusionante, alejamos de nosotros rutinas y aburrimiento y podemos lograr ese mundo de fraternidad y armonía donde todos nos queramos más, nos ayudemos en las dificultades y seamos más felices