una gran familia que somos los que conformamos una misma humanidad

En el nuevo despertar de cada día saludamos con sentimientos de cariño al amigo como una gran familia que somos los que conformamos una misma humanidad, nos sentiremos cercanos porque nos unen los lazos de ternura de la amistad y obligados así a contribuir siempre al bienestar de esa gran familia, buscando siempre lo que a todos nos haga más felices, alejando siempre lo que pueda hacernos daño, desterrando orgullos y vanidades, envidias y ambiciones que ponen abismos en nuestras relaciones, poniendo buenos sentimientos que tiendan puentes de cercanía y nos llenen de alegría y de paz, elevemos el corazón a cosas grandes y dejémonos conducir por el Espíritu de Dios que inunda nuestro corazón y nos mueve siempre a lo bueno y lo mejor