no perdamos la paz y la serenidad de nuestro espíritu

En el silencio del amanecer casi sólo escuchamos los latidos de nuestro corazón, vivimos y queremos vivir, despertamos a un nuevo día y salimos al encuentro de la vida, en el horizonte del día vislumbramos muchas cosas y muchas actividades que nos esperan, pero no perdamos la paz y la serenidad de nuestro espíritu, es lo mejor para hacer el camino, es lo que hará que nuestros encuentros sean más vivos y que nuestra presencia sea brisa agradable para los que nos rodean, seremos punto de encuentro en las diferencias y discordancias y ayudaremos a poner cimientos de paz en medio de tantas violencias que nos rodean, es la tarea que nos espera y compromete, construir un mundo mejor en el que todos podamos ser más felices