no perdamos el buen talante, el buen humor

Tras el descanso reparador de la noche comenzamos un nuevo día con el deseo de vivirlo con intensidad, ponemos lo mejor de nosotros mismos llenando de alegría cada instante, no perdamos el buen talante, como solemos decir, el buen humor, dejando de lado desconfianzas y malas interpretaciones, no permitiendo que nada dañe la paz del corazón, pensando siempre lo mejor, con jovialidad nos acercamos a los demás, sabiendo entender por lo bueno siempre los gestos o las palabras de los otros, salvando así nuestras relaciones amistosas, mantengamos esa alegría de la vida, haremos un día bonito y lleno de felicidad para todos.