sencillamente buenos días

Sencillamente buenos días, alguien me saludaba hoy diciéndome buenos días con cariño y alegría, así también quiero yo hacerte al llegar mi saludo, es decir, sencillamente cuenta que aún en la distancia estoy a tu lado; en una amistad nacida del corazón no siempre son necesarias muchas palabras, un pequeño gesto realizado quizás en silencio nos llega al alma, una mirada nos sirve de apoyo en el camino, una sonrisa es una brisa fresca que nos envuelve, una mano sobre el hombro nos hace sentir el calor del corazón del amigo, una palabra en el momento oportuno es un alivio para los dolores de la vida, un abrazo es un impulso de vida; son esas cosas sencillas que nos van ganando el corazón, que muestran la ternura del alma, que van poniendo calor de vida, que hacen florecer los caminos llenándolos de color, que nos despiertan la ilusión y la esperanza. Sencillamente buenos días. © carher