una taza de café bien azucarada

Algunos tienen la suerte de que alguien les despierte cada día con una taza de café, otros tenemos que prepararla por nosotros mismos, es un buen estimulante el aroma de la presencia de alguien que en señal de amistad nos saluda con una taza de café, pero te voy a decir una cosa, ponle una buena cucharada de azúcar no solo al café sino a tu vida; algunas veces se nos meten en el espíritu demasiadas amarguras desde los problemas y contratiempos que vamos encontrando o la insatisfacción por tantas cosas negativas que encontramos alrededor, con buen espíritu tendríamos que sacudirnos esa negatividad que se nos mete en la vida y estimularnos a nosotros mismos para afrontar de una forma distinta esas situaciones, por eso te digo trata siempre de endulzar tu vida con positividad, con optimismo, con mirada a lo bueno que nos estimula, disfrutando la amistad de los que nos acompañan en el camino, queriendo sembrar buenas semillas siempre con la esperanza de buenas cosechas, levantando nuestro espíritu para que no se enfangue en esas oscuridades, poniendo siempre por delante la bondad y la ternura que podemos ofrecer, con pensamientos positivos que despierten la ilusión por algo nuevo y mejor; seguro que ese café de la vida lo saborearemos con placer por ese nuevo dulzor que le hemos añadido, serán caminos que abramos a la felicidad para los demás. Buenos días. © carher