lunes, 27 de octubre de 2025

mi saludo quiere ser bendición

Mi saludo quiere ser una bendición y es eso lo que realmente hacemos cuando saludamos a alguien, le decimos palabras que desean el bien, lo bueno, y eso realmente es bendecir, decir bien; recuerdo aquellos tiempos en que saludábamos a los padres y a los mayores pidiendo la bendición que era ese deseo de quien nos bendecía en nombre de Dios de que nada malo nos sucediera, que todo fuera para bien; son palabras que se convierten en sagradas, aunque en nuestra sociedad de hoy todo se esté desacralizando, y es que Dios esté siempre presente en nuestro camino, que con la fuerza de su Espíritu nos veamos libres de todo mal, que sintamos ese impulso que nos hace casi divinos cuando inundamos nuestra vida de amor desparramándolo a nuestro alrededor; abramos nuestro corazón, cual terreno bien labrado, para que se vaya sembrando en nosotros la semilla de la palabra de Dios, que el Espíritu ponga alas en nuestra vida para volar siempre recto hasta Dios sobreponiéndonos a tantas cosas que nos perturban y nos pudieran hacer perder la paz; ojalá mi presencia y mi palabra sea siempre una bendición para los demás. Buenos días. © carher 

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