Tu presencia de amor nos llena de paz y de vida
De nuevo venimos
a
postrarnos en tu presencia en esta tarde, Señor;
nos
sentimos a gusto en tu presencia,
porque
es una presencia de amor
que
nos llena de paz y de vida;
algunas
veces nos acercamos a ti con cierto temor,
sobre
todo cuando no hemos sido buenos
o
nos hemos dejado arrastrar por la tentación,
aunque
sabemos que Tú eres todo amor
y
en ti siempre vamos a encontrar la misericordia;
decimos
que te conocemos
pero
no terminamos de conocerte
y
nuestro corazón se llena de miedos y temores;
cuando
estamos en tu presencia
sentimos
que luego no queremos marcharnos,
tan
a gusto nos sentimos,
y
es que el calor de tu amor nos abrasa,
caldea
nuestro corazón
nos sentimos transfigurados y transformados en
ti.
Reconocemos,
sin embargo,
que
tu presencia no nos adormece
sino
que nos inquieta
porque
en nuestro corazón
sentimos
cada vez más ansias de Ti
y
ya no sabemos hacer otra cosa que buscarte;
siembras
inquietud en nuestro corazón
y
nos haces tener una mirada distinta
para
todas las cosas;
desde
que te conocemos
ya
no podemos ser insensibles ni desentendernos
ante
el sufrimiento de los hermanos
y
nuestro corazón andará desasosegado
mientras
no encuentre la manera
de
mitigar el dolor
y
de aliviar el sufrimiento
con
el balsamo de nuestro amor comprometido
y
la medicina de tu fe.
Sentimos
el gozo de tu amor
y
ya no nos podemos callar
y
a todos quisiéramos gritar,
aunque
no quieran oirnos,
que
tú eres grande,
que
tu amor es infinito,
que
nos vienes a traer la paz y el perdón,
que
queremos que todos vayan a tu encuentro.
Como
Andrés le decía a su hermano Simón,
‘hemos
encontrado el Mesias’,
también
nosotros queremos gritar a los cuatro vientos
para
que todos nos oigan y nos escuchen,
que
Tu eres nuestro Salvador
y
en ti hemos encontrado el amor;
nos
gustaria poder llevar de la mano
a
todos nuestros hermanos para que se encuentren en ti
y
puedan saborear tu amor y tu paz.
Despierta
nuestro corazón
para
no nos adormezcamos
en
la rutina o la frialdad;
ven
con nosotros, Señor,
porque
queremos conocerte cada día más,
pero
queremos que todos te conozcan;
queremos
ser mensajeros
de
tu evangelio de amor
y
con nuestra vida queremos ser testigos
que
a todos hable de tu amor;
danos
la fuerza de tu Espíritu
para
nunca nuestros labios se cierren
por
respeto humano,
ni
escurramos el bulto
ocultando
que creemos en Ti
y
queremos seguirte.
Danos
disponibilidad y generosidad,
danos
vida y danos tu paz,
que
tu luz ilumine siempre mi vida,
inunda
nuestro corazón
con
la fuerza y la gracia de tu Espíritu.
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