El tiempo que gastemos en los amigos nunca es un tiempo perdido

Llega el fin de semana y baja la intensidad de nuestras tareas, necesitamos encontrar sosiego y serenidad para saborear lo que hacemos y vivimos, poner en orden nuestras prioridades y no dejarnos absorber por ese ritmo tan trepidante que lo convierte todo en una loca carrera, cada cosa ha de tener su lugar y su tiempo sabiendo encontrarlo para nosotros mismos y nuestro descanso, para que haya crecimiento interior, para que saboreemos la presencia de los amigos, porque el tiempo que gastemos en ellos nunca es un tiempo perdido