sacar toda nuestra fortaleza interior

Cuando despertamos a un nuevo día esperamos que el sueño de la noche haya sido un reparador descanso para recuperar nuestra fuerzas e iniciar las tareas de la nueva jornada; el sueño, es cierto, nos ha ayudado a detener esa actividad que pudiera desgastar la fuerza de nuestro cuerpo pero el descanso ha tenido que ser mucho más; no es solo recuperar la fortaleza de nuestro cuerpo, quizás el silencio de la noche nos haya ayudado a serenar nuestro espíritu o nos ha dado oportunidad para en nuestro pensamiento vayamos haciendo un repaso de lo que ha sido el día, encontraremos entonces una nueva luz que nos haga crecer en la sabiduría de encontrarle el sabor y el valor de lo que vivimos y lo que hacemos; es esa reflexión serena que repetidamente tenemos que hacernos para que se abran nuevos caminos delante de nosotros; esa fortaleza la encontraremos cuando tenemos metas claras, objetivos precisos y proyectos ilusionantes; saber a dónde caminamos y lo que queremos nos hace sentirnos con fuerzas renovadas, por eso decimos que no es solo el sueño el que nos renueva sino la paz que nos da el tener un sentido de la vida; seremos entonces capaces de superar nuestros cansancios y afrontar los retos que se nos presentan en la vida, sabremos sacar toda nuestra fortaleza interior. Buenos días. © carher