viernes, 11 de abril de 2025
lluvias de primavera reverdecen nuestros campos
Levantémonos un día más con la ilusión de salir a nuestro campo de la vida para gozarnos en la belleza de las flores; las lluvias de primavera reverdecen nuestros campos que pronto se llenan del colorido de las flores, disfrutremos de su perfume y se gocen nuestros ojos contemplando el preciado tapiz de sus flores; cultivemos con esmero ese jardín de la vida que nos rodea y dejémonos envolver por las flores de la amistad; no son sólo las flores que espontáneamente surgen aquí o allá sino que tiene que ser la búsqueda humilde y sincera de esos corazones que pueden entrar en sintonía con nosotros; afinemos bien las cuerdas de la vida para que pueda sonar la bella melodía de la amistad, dejemos a un lado las flores marchitas que se han vuelto inservibles para realizar el más hermoso ramillete, reavivemos aquellas que parecen decaer pero que con el riego copioso de nuestra ternura pueden de nuevo florecer con bello colorido, abonemos con nuestra dedicación y cercanía esas raíces debilitadas con el paso del tiempo, podemos en nosotros esos ramajes inservibles de nuestras intransigencias y nuestros orgullos que podían debilitar como chupones cada rama de la amistad; que la lluvia primaveral de la alegría haga brillar de nuevo la luz del sol en los corazones, vayamos sembrando con generosidad las buenas semillas de la sencillez y de la humildad, de la entrega desinteresada y de la sinceridad, limpiemos nuestro campo de los abrojos del orgullo y la vanidad, desaparezcan las malas hierbas de los resentimientos y las envidias; disfrutemos de los buenos frutos que nos ofrece una sincera amistad. Buenos días. © carher
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