algo más que un gesto de cortesía y de buena duración

Cuando despertamos cada mañana siempre tenemos el anhelo de pasar bien nuestro día y es lo que de alguna manera deseamos cuando saludamos con un buenos días a familiares y amigos y ya cuando vamos encontrando; no es meramente una buena cortesía y corrección o la expresión de la buena educación que hemos recibido, es algo hondo que desde el corazón deseamos; pero algunas veces nos aparecen nubes en el horizonte de nuestra vida, desde esas preocupaciones que todos tenemos a partir de nuestras responsabilidades, pero también por los contratiempos que surgen, los accidentes de la vida que nos pueden afectar, cosas acaecidas en el seno de la familia o de los amigos que nos afectan y podrían poner una nota de tristeza en nuestro estado de ánimo; sombras que pasan y pronto nos dejarán ver la luz, o sombras que nos abruman porque permanecen un tiempo con nosotros, enfermedades que nos llenan de dolor o incluso el fallecimiento de un ser querido, pero nuestros ánimos no pueden decaer, las esperanzas no se pueden perder, la ilusión y la certeza gozosa de que todo tiene una trascendencia más allá de lo que podemos palpar con las manos, la confianza de la vida que nos mantiene en lucha, que nos hace desear lo mejor, que seca las lágrimas de nuestro dolor y que pone un toque de alegre esperanza en el camino de la vida, que despierta los mejores sentimientos y valores; así queremos seguir haciendo nuestro camino paso a paso, no solo desde la fuerza interior que buscamos por nosotros mismos, sino con la fuerza que nos viene de lo Alto porque siempre sentimos a Dios con nosotros. Buenos días. © carher