pongamos las bases sólidas de un día feliz

Al despertar para iniciar el camino de nuevo día lo hacemos con la ilusión de tener un buen día, que las cosas nos marchen bien, que nuestra relación y nuestro trato con los demás sea armoniosa; bien sabemos que aunque tengamos la buena voluntad de hacer el camino junto con los demás siempre pueden aparecer sombras y contratiempos, somos distintos, cada uno con su carácter y su manera de ser, tenemos nuestros propios sueños y aspiraciones y es fácil que aparezcan los roces y malos momentos; es ahí donde tenemos que manifestar nuestra madurez humana para limar asperezas y aristas, para engrasar bien los rodamientos de la vida, para suavizar nuestras relaciones haciendo aparecer la ternura de nuestra vida en muchos detalles de atención y delicadeza en el trato y la relación con los demás; iremos haciendo así un día hermoso, ahondando en lo bello de la amistad, llenando de felicidad del corazón, buscando tener un día rebosante de felicidad; pongamos las bases sólidas de un día feliz. © carher