vamos a regalar flores

¿Y si hoy compras un ramo grande de flores y te pones a repartirlas por camino a cuantos vas encontrando? Seguro que muchos se sentirían sorprendidos por tu iniciativa, no estamos acostumbrados a que nadie vaya repartiendo flores por la calle a los transeúntes, pero tras la sorpresa seguro que encontrarás muchos rostros en los que renace la alegría por ese inesperado regalo. Creo que me estás entendiendo lo que hemos de hacer en nuestro paso por la vida, regalar flores de amistad, regalar una sonrisa, tender una mano en la que se apoye quien vaya cojeando a nuestro lado, detenerte a consolar a quienes veas con lágrimas en los ojos, interesarte por los problemas o preocupaciones de quienes ves caminar con tristeza, sentarte a escuchar lo que el amigo o aquel que se encuentra solo te repite una y mil veces, poner ilusión en quien ves decaído, acompañar en su soledad a quien está postrado en el sufrimiento, tener una palabra de paz que frene cualquier violencia, cantarle una canción de alegría a quien ves triste, caminar en silencio al lado de quien va ensimismado en sus problemas, sorprender con un gesto de generosidad a quien nada espera... Muchas son las flores que podemos ir repartiendo por camino despertando vida e ilusión, no nos cuestan dinero, solamente hacer reflotar la disponibilidad generosa de nuestro corazón. © carher