El mundo necesita testigos del evangelio para llegar a confesar la fe en Cristo como Señor y Salvador
Creo, Señor,
creo que eres mi Dios y mi Salvador;
quiero llegar a tu presencia en esta
tarde
haciendo esta confesión de fe,
reconociéndote como mi Señor, mi
único Señor,
reconociendote como mi Salvador, mi
único Salvador;
que nada empañe mi fe,
que no se debilite ni se apague,
que no me falte tu luz,
que la fuerza de tu gracia me anime
a confesar mi fe en ti siempre y en
todo lugar,
para que por mi fe,
por las obras de mi amor nacidas de
la fe que en ti he puesto
pueda ser signo ante el mundo de tu
amor,
de presencia,
de tu gracia y vida nueva,
para que todos puedan ser iluminados
por tu luz,
para que todos puedan llegar
a esa una misma confesión de fe en
ti
como su Señor y como su Salvador.
Necesitamos de tu luz,
que nos ilumine hasta lo más hondo
de nosotros mismos
para que no nos confundamos;
en estos días en que se acerca la
celebracion de la navidad
son muchas las luces que se encienden
por todas partes,
pero no son siempre reflejo de tu
luz;
es triste, Señor,
pero ¿qué hemos hecho de nuestra fe
que el mundo ya no reconoce tu luz
y busca otras luces sustiturias para
iluminarse?
Muchos son los que van a celebrar la
Navidad
pero sin tenerte en cuenta a ti
ni hacerte presente en sus vidas;
puede ser también esa la tentación
que nosotros tengamos;
son unas fiestas entrañables en
muchos casos,
en ocasiones también con un buen
sabor familiar
al menos por unos días,
pero tú no eres el invitado a
sentarte a la mesa con nosotros;
muchos anuncian la navidad,
pero parece que tienen miedo de
nombrarte a ti
y dan muchas vueltas por muchas
cosas
que también pueden ser buenas,
pero no mencionan tu nacimiento,
no recuerdan la salvación que
viniste a traernos,
quieren pasar por alto lo que sea la
relación con el Dios
de quien nos viene la salvación;
¿será que nosotros los cristianos
que decimos que tenemos fe en ti
nos hemos acobardado
y tememos nombrarte
y nombrar tu evangelio de salvación
por si acaso no nos entiendan
o quizá incluso puedan hacer burla
de nosotros?
Danos valentía para anunciar tu
nombre;
danos la fortaleza de tu Espíritu
para llevar la luz de tu evangelio a
los demás,
para ayudarles a descubrir
cómo tú sigues estando presente en
el mundo con tu salvacion;
que seamos en verdad testigos
que con valentía anunciemos esa
Buena Nueva de Salvación
que fue tu presencia en el mundo
y para el mundo.
Que escuchemos tu mandato de ir por
el mundo
anunciando el Reino
y dando señales con lo que hacemos
y con lo que vivimos
que el Reino de Dios llega a
nosotros
y llega para la salvación de todo el
mundo;
nuestro mundo está herido por muchos
males,
pero tu quieres venir para ser el
médico que le sane,
para ser el Salvador que nos redima
de ese mal;
pero nos has dejado a nosotros con
esa misión;
nos enviarte a anunciar
la Buena Nueva de la Salvación, tu
Evangelio,
pero también a curar en enfermos y a
expulsar demonios;
cuantas son las cosas de las que
tenemos que sanar a nuestro mundo
para que encuentre tu salvación;
son las señales que tenemos que dar
con nuestro compromiso,
con nuestras obras buenas,
con nuestra generosidad y
desprendimiento,
pero también con nuestro
acercamiento a los demás
para escucharles y para consolarles,
para poner ese gesto de delicadeza y
esa palabra buena,
para convertirnos en instrumentos de
tu paz y de tu amor,
para que con nuestra vida seamos
lugar de encuentro y de amistad,
para hacer un mundo nuevo basado en la
civilización del amor;
y todo eso lo hacemos desde ti,
desde la fe que tenemos en ti,
desde la Palabra de salvación y vida
que nos dices
y que nosotros queremos escuchar.
Que con esas señales de nuestra vida
preparemos los corazones de los que
estan a nuestro lado
para que se encuentren contigo
y sea verdadera navidad para ellos;
seguro que si me dejo inundar de ese
amor
y tambien voy sembrando amor
haré la más hermosa navidad en mi
vida,
porque tu habrás nacido de nuevo en
mi corazón.
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