descanso pero también me encuentro

Es domingo y cambiamos el ritmo de nuestras actividades, tenemos un día para el necesario descanso pero es un día también para el encuentro, primero que nada con nosotros mismos; entre el bullicio de la vida necesitamos hacer silencio interior para comenzar por escucharnos a nosotros mismos, recapitular cosas, poner orden interior, reorganizar si es necesario las sendas por las que caminamos, recargarnos de fortaleza para continuar con nuestra tarea, reflexionar y rumiar nuestra vida, reencontrarnos con las metas que algunas veces se nos difuminan, liberarnos interiormente de pesos muertos; pero no nos quedamos ahí, miramos fuera por la ventana de la vida y no olvidamos a aquellos con los que caminamos, por eso es también impulso para un mejor encuentro con los demás, para mirarlos con nuevos ojos que se abren desde el corazón, para saber estar atentos a su vida porque es un camino que no hacemos en solitario, porque mutuamente nos necesitamos y nos tendemos la mano para facilitarnos el camino, porque entendemos también la inmensa tarea de hacer un mundo mejor, porque queremos compartir la belleza y la felicidad de la vida; elevamos finalmente también nuestra mirada a lo alto agradecidos a Dios que nos hace comprender el sentido de la vida sintiendo su fuerza y su gracia. © carher