El sol cada mañana se levanta en el horizonte no solo para iluminarte a ti y a mí sino que su resplandores son universales porque son para todos igual, ojalá el rayo de luz que pretendo difundir con mi saludo mañanero tenga también ese carácter universal para que siembre el calor de la ilusión en el corazón de cada uno; sí, con generosidad vayamos repartiendo rayos de luz, seamos siempre buenos con los demás aunque no encontremos respuesta, sigamos derramando con derroche gestos de amor y de amistad, porque lo importante es el regalo de ternura que compartimos y los regalos, ya lo sabemos, ni se compran ni se venden, arrancan siempre del corazón; no amamos porque nos amen y aunque no seamos correspondidos lo seguimos haciendo porque con nuestro gesto de amor queremos inflamar el corazón de los demás ayudando siempre a que sean más felices; sintamos la satisfacción de ser sembradores de resplandores de luz con generosidad para que el mundo sea más brillante. © carher
jueves, 11 de julio de 2024
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