momentos de serenidad y sosiego para comenzar el día

Cuando el amanecer los rayos del sol se abren paso en el horizonte para un nuevo día abrimos nosotros también los ojos para despertar y comenzar las tareas de la nueva jornada; en ocasiones podemos sentirnos agobiados por ser tanto lo que tenemos que hacer, sin embargo en esos primeros pasos del nuevo día necesitamos unos momentos de serenidad y sosiego; algo así como sentarnos en silencio para tratar de ordenar las tareas del nuevo día, ver las cosas con calma, darle una nueva y buena perspectiva a cuánto tenemos que hacer, no dejarnos arrastrar por las prisas y carreras porque lo que haríamos sería estar dando vueltas y más vueltas sobre lo mismo, tener claridad de visión para ver más allá de lo que está en la punta de nuestra nariz y descubrir lo que realmente es primordial para no perdernos en lo accesorio; sentarnos y en silencio ver lo que son nuestras posibilidades y de lo que soy capaz a pesar de lo poco que tengo si lo pongo a disposición con espíritu de servicio; sentarnos para despertar nuestros mejores sentimientos con los que podemos comenzar a ver las cosas de distinta manera; es como encontrarnos con nosotros mismos descubriendo toda nuestra fuerza interior pero también para escuchar el susurro de la voz de Dios que pone nuevos horizontes en nuestra vida abriéndonos a nuevos caminos; ya sabemos que para conectar con esa sintonía de Dios necesitamos acallar esos ruidos de nuestros agobios y no tener miedo a hacer el silencio del desierto en nuestro corazón. Podremos así realizar un maravilloso día como yo ahora te deseo con mis buenos días. © carher