un día de bendiciones

Que menos podemos desear que sea un día lleno de bendiciones; así tenemos que verlo, así tenemos que sentirlo, cada instante, cada momento es una bendición; tenemos que saber disfrutarlo porque ya eso es sentir el gozo de la bendición; es la buena actitud con que nos disponemos a vivir, si vamos con ilusión y con esperanza iremos llenándonos de alegría en cada paso que demos y eso ya es una bendición; si sentimos que la vida es un regalo que nos hace Dios no podemos pensar que sea para mal sino para bendición, tenemos que saber descubrir incluso en esos momentos oscuros que Dios camina a nuestro lado, es el guía que nos lleva de la mano y pone a nuestro lado sus ángeles que se manifiestan de muchas maneras para que nuestros pies no tropiecen en el camino; esa bendición de Dios nos llega de manos del amigo que camina a nuestro lado, en esa fuerza interior que nos hace poner ilusión en lo que hacemos, en esa inspiración para lo bueno que nos hace descubrir maravillas a nuestro paso, en esos gestos con que vamos desparramando nuestra ternura que se convierten en bendición para quienes caminan con nosotros, en ese corazón noble que sabe expresar gratitud por cuanto va recibiendo en la vida. Que nuestros días sean bendición y nosotros seamos bendición para los que nos rodean. Buenos días. © carher