llenemos de música la vida con nuestros gestos de ternura

Tras el silencio de la noche que nos ha proporcionado un descanso reparador comienza un nuevo día y comienza la algarabía de la vida; en los primeros momentos del amanecer con la suave brisa que nos llega se oyen los trinos de los pájaros como una agradable música, pero pronto el ruido se intensifica en la intensidad de los trabajos que vamos realizando, el sonido trepidante de las máquinas, el ruido ensordecedor del intenso tráfico que nos envuelve y así terminamos aturdidos en nuestros oídos sin saber diferenciar los diferentes sonidos que nos llegan; no permitamos que la música que sentimos en el corazón latiendo de amor quede anulada, sepamos hacer silencio dentro de nosotros convirtiendo en una melodía los sonidos que nos llegan, sepamos crear dentro de nosotros una sinfonía armoniosa donde plasmemos las cosas hermosas que la vida nos ofrece y los regalos de amistad que continuamente vamos recibiendo; es el canto de un corazón agradecido, es la más bella alabanza que podemos ofrecer a nuestro creador, es el canto triunfal del amor que vence todo egoísmo y toda maldad, es la serenidad armoniosa que surge de los corazones que saborean la paz; llenemos de música la vida con bonitos gestos de ternura como bellas notas que componen una hermosa partitura. Buenos días. © carher