detenernos en el camino para contemplar y disfrutar

Un nuevo amanecer, un nuevo ponernos en camino, pero es de prudente sabiduría saber detenernos muchas veces en ese camino de la vida no solo para recuperar nuestras fuerzas y reordenar nuestras metas, sino también para saber admirar y disfrutar contemplando la belleza y cuanto nos va ofreciendo el mismo camino; en nuestras prisas y carreras nos agotamos y no disfrutamos, perdemos la alegría del encuentro y pasamos de largo de las hermosas satisfacciones que nos puede ofrecer la misma vida; sepamos pues hacer un alto en el camino, admiremos cuánto nos rodea, dejémonos envolver ya sea por el silencio que nos hace mirar dentro de nosotros mismos para conocernos mejor, ya sea por la música de la vida en la riqueza y belleza de sus diversas tonalidades y también para ser más sensibles ante cuanto nos rodea; aspiremos profundamente el perfume del amor de cuantos comparten con nosotros el camino, y no temamos escuchar el llanto y el quejido del sufrimiento de muchos a nuestro lado que con nuestras prisas muchas veces no escuchamos porque hemos la perdido la sensibilidad; sepamos sintonizar con lo espiritual que nos eleva para darle mayor grandeza a nuestra vida y sintamos la presencia de Dios que se nos manifiesta también en lo que contemplamos en ese mismo camino y que llena nuestro corazón. Haremos así más bello el camino de nuestra vida. Buenos días y feliz domingo. © carher