la felicidad de poder saludarte

Qué bueno poder saludarte cada día, despertar y saber que hay un amigo a quién puedo enviar el saludo de mis buenos deseos y con quien compartir la ilusión y los sueños de la vida; los amigos son la más bella compañía que aunque no escuchemos siempre sus palabras ni tengamos a nuestro lado su presencia física sentimos sin embargo el intenso palpitar de su corazón lleno de cariño cualquiera que sea la distancia que tengamos por medio; no habrá soledades que pongan nubes de sombra sobre nuestro camino, son como una estrella de luz permanente que nos sirve de norte en las encrucijadas de la vida, es la brisa fresca que pone suavidad en los ardores del camino, es el báculo que nos sirve de apoyo frente a los posibles tropiezos y nos impulsa siempre hacia arriba a pesar de las dificultades de la vida, es el aliento medicinal que sana nuestros desánimos y cansancios, es la vitamina que nos hace sentir fortaleza interior para mantener la intensidad de la lucha por un mundo mejor; es por eso que siento un gozo en el alma al poderte decir cada mañana buenos días. © carher