domingo, 4 de mayo de 2014



Quédate con nosotros, Señor, y camina a nuestro lado


Quédate con nosotros esta tarde, Señor;
quédate con nosotros y camina a nuestro lado;
necesitamos tu presencia,
queremos escuchar tu Palabra;
queremos sentir tu aliento de vida,
que arda nuestro corazón
que muchas veces está demasiado frío
y necesita ser caldeado por tu amor.

Quédate con nosotros y ábrenos los ojos,
que se despierte nuestra esperanza,
que creamos que es posible ese mundo nuevo
del que tú nos hablas llamándolo reino de Dios;
nos sentimos tantas veces sin fuerza
viendo la tarea tan grande que tenemos que realizar,
nos desalienta que aunque pongamos mucha buena voluntad
sin embargo las cosas no nos salen como hubiéramos soñado;
es la tentación del cansancio de los buenos,
la inconstancia de los que ponemos mucha ilusión al principio
pero pronto nos desinflamos,
las tentaciones que nos acechan
y nos distraen con tantas cosas
para que olvidemos la meta,
para que nos contentemos con ir tirando,
para que pensemos que no somos tan malos
y evitamos todo lo que signifique esfuerzo
y lucha de superación;
pero que otros hagan algo
que no lo vamos a hacer todo nosotros,
y nos entran cobardías
y los desánimos de los demás nos contagian
y nos hacen tanto daño;
por eso te pedimos que camines a nuestro lado,
porque tu presencia nos anima,
tu palabra nos señala caminos,
el calor de tu amor va caldeando nuestro corazón
y sembrando inquietud en nosotros.

Quédate con nosotros, Señor,
que nos llegan las sombras
y confundidos no sabemos por donde caminar;
necesitamos tu luz para escuchar
y entender bien tu palabra;
necesitamos que nos hagas ver
todo lo que ya estaba anunciado por los profetas
y que para todos el camino de la pasión y de la cruz
es el camino de la vida;
tenemos que aprenderlo bien,
porque nos duele el sufrimiento,
rehuimos todo lo que no sea fácil
o nos haga sufrir un poco
y entonces no entendemos de ofrendas de vida
que se hacen desde el sacrificio,
y queremos amar, sí,
pero cuando sea fácil
y los demás nos pongan las cosas fáciles.

Quédate con nosotros
para que sintamos los impulsos de tu amor
y no temamos lanzarnos al camino
para anunciar tu buena nueva de salvación
aunque sepamos que por muchos va a ser rechazada;
quédate con nosotros
dándonos la fuerza de tu espíritu
que nos dé fortaleza y valentía para hacer el bien,
para amar sin esperar nada a cambio,
para ser generoso aunque no sea correspondido,
porque aprendamos que así es tu amor
y tu entrega es el modelo sublime de nuestro amor.

Quédate con nosotros,
camina a nuestro lado y que nunca nos falte tu luz,
que las tinieblas nunca cubran nuestra vida
llenándola de tristeza
sino que siempre sintamos la alegría de tu gracia
que es energía de vida y de salvación
para nosotros y para todo nuestro mundo.

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