Queremos dejarnos encontrar por ti, Señor
Queremos,
Señor, ir a tu encuentro,
mejor
aún, queremos dejarnos encontrar por ti,
porque
hemos de reconocer
que
tu amor es tan grande
que
eres Tú el que nos buscas,
el
que vienes a nuestro encuentro;
estamos
iniciando el camino del Adviento
porque
vamos a celebrar tu nacimiento
y
tu palabra nos está llamando
para
que vayamos hasta ti;
como
un signo
vamos
a ir encendiendo luces
en
este camino que hacemos,
porque
queremos que nos encuentres
preparados
y atentos a tu voz;
muchas
cosas pueden poner en peligro
y
apagar esas luces
que
alumbran nuestro camino
porque
son muchas las tentaciones que nos acechan,
pero
queremos caminar en fidelidad,
queremos
caminar con esperanza,
queremos
que no se nos adormezca nuestra fe,
queremos
tener siempre encendidas
las
luces de nuestro amor;
pero
solo lo podremos lograr con tu gracia,
con
la asistencia de tu Espíritu
que
nos ilumina y fortalece;
por
eso una vez más te pedimos
que
vengas, Señor, a nosotros,
que
nos des la fuerza de tu Espíritu,
que
nos ilumine siempre tu Palabra.
Queremos
subir al monte santo,
a
la casa del Dios de Jacob,
porque
así nos sentiremos en verdad instruidos
para
seguir tus caminos,
para
marchar por tus sendas,
sendas
de justicia y de verdad,
de
amor y de paz;
queremos
caminar iluminados por tu luz
para
que así podamos llenarnos
de
tu paz y de tu amor;
con
tu venida son muchas las cosas
que
tenemos que transformar en nuestro corazón,
son
muchas las actitudes que tenemos que cambiar,
de
una forma distinta,
más
llena de paz y de amor,
hemos
de vivir nuestra vida;
ya
el profeta nos decia
que
de las espadas se forjarán arados,
y
de las lanzas podaderas,
porque
ya desde que tú estás con nosotros
nadie
podrá alzar la espada contra nadie,
porque
ya tendrán que estar desterradas para siempre
todas
las actitudes de violencia;
ayúdanos,
Señor,
para
que nunca haya más violencia
ni
en nuestras palabras ni en nuestros gestos,
que
nunca la ira nos domine
ni
el orgullo nos haga sentirnos superiores a los demás;
que
para siempre caminemos
por
los caminos de la humildad,
de
la sencillez, de la mansedumbre y del amor.
Que
crezca más y más la fe en nuestra vida,
que
con humildad nos acerquemos al Señor
pero
siempre con la seguridad de que nos escuchas
y
estás junto a nosotros;
Señor,
dame fuerza
para
tener la humildad
de
dejarme transformar por tu amor;
llénanos
siempre de tu paz.
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