jueves, 6 de diciembre de 2012


Ten compasión de nosotros y danos tu luz


‘Ten compasión de nosotros’,
comenzamos pidiendo en esta tarde
como los ciegos del evangelio
que te seguían gritando;
ten compasión de nosotros
que sabemos que puedes curarnos,
que puedes darnos luz a nuestra vida,
porque eres nuestra luz y nuestra salvación;
te reconocemos como el Señor
y el Salvador de nuestra vida,
creemos en ti y sabemos
que solo de ti podemos recibir la salvación;
nada hay bajo la tierra ni sobre la tierra
que pueda salvarnos,
tu nombre es nuestra vida y salvación.

Y reconocemos también nuestras cegueras,
aunque nos cueste reconocerlas;
andamos en la vida muchas veces confundidos
y nos ciegan las luces engañosas
que no son la verdadera luz,
y al final aunque nos parezca andar de fiesta
seguimos con nuestras tristezas y depresiones
porque nada de todas esas cosas mundanas
nos llenan por dentro;
solo en ti podemos alcanzar la plenitud.

Estamos haciendo este camino de Adviento
porque queremos prepararnos bien para tu llegada
y sepamos acoger de verdad
la salvación que nos ofreces;
 nuestra vida está reseca
como la tierra de un desierto,
pero estamos sedientos de ti
que nos darás el agua viva
que transformará nuestra vida
en el más hermoso vergel;
como anunciaba el profeta
que el Líbano se convertirá en vergel
y el vergel parecerá un bosque,
así será nuestra vida
cuando nos riegue el agua salvadora de tu gracia;
por eso tenemos tantos deseos
de que vengas a nosotros,
por eso queremos prepararnos bien
para no confundirnos
como el mundo que celebra la navidad
sin saber lo que navidad
y por eso hasta han quitado todo signo religioso
que nos recuerde tu venida;
nosotros queremos recibirte a ti,
que eres el gran regalo de Dios
para todos los hombres,
para toda la humanidad;
por eso queremos
irnos dejando conducir por tu Palabra
que nos ilumina,
que nos llena de vida,
que nos renueva
y nos hace caminar
hacia la verdadera salvación.

Queremos, Señor,
gozarnos en tu presencia salvadora
que es la que nos da verdadera alegría,
queremos, Señor, sentir tu salvación
que nos libera y nos perdona,
que nos sana y nos llena de vida;
queremos tener la dicha
de sentirte en nosotros,
con nosotros,
caminando en medio nuestro
y llenándonos de tu paz y de tu amor;
en ti, Señor, ponemos toda nuestra esperanza;
por eso una vez más te decimos,
Ven pronto, ven Salvador
para que tengas compasión de tus siervos
y nos hagas ver
la verdadera luz de la salvación.

No hay comentarios: